MEXICO EN LA HISTORIA DEL FUTBOL
Esta noche no quiero ni dormir, quiero continuar con el sueño que se hicieron veinte jóvenes mexicanos, que en su mente solo existía el triunfo, consolidar su deseo de ser los mejores, cambiar la historia de nuestro país, poner con letras de oro el nombre de México en esa pequeña lista de ganadores y porque no dar una esperanza de la juventud en México.
La victoria de un campeonato mundial, un sueño que como ellos dicen, nos tiraban de a locos en México, nadie nos creía, pero no importaba porque nosotros si lo creíamos.Reflejo el entorno de la falta de apoyos con los cuales fue esta selección a representarnos muy dignamente a Perú, sede de este torneo Sub-17 o como se le conoce, el torneo de la especialidad.
No estaban ni los Cuahutemoc, ni los Zinha, ni los Márquez, ni los Kikin, estaban verdaderos jugadores de fútbol, que practican este deporte, el más bonito del mundo, solo por amor a él, sin dinero de por medio, chicos de menos de 17 años que lucharon contra el hasta entonces campeón reinante Brasil, sin complejos, sin el ya merito en sus mentes.
Los grandes medios que gobiernan este país, (televisa y tv azteca) hicieron caso omiso a este torneo, no le dieron importancia, no transmitieron los partidos de la primera ronda y cuartos de final, ni en sus filiales de radio. Recuerdo el día en que jugo la selección Sub-17, contra su similar de Costa Rica para el pase a la semifinal, el cual gracias al Internet lo escuchaba por Radio Perú; mencionaban el poder de este equipo tan balanceado en sus líneas, no eran medios locales que siempre enaltecen al fútbol nacional, eran los medios internacionales que hablaban de lo bien que juega esta selección. Cuando Jesús Ramírez califico este equipo menciono "Los cuartos de final son sólo nuestra primera meta. Tenemos capacidad para llegar más lejos". Y así lo hicieron los muchachos.
Durante todo el torneo, las expresiones, los comentarios, las respuestas de los jugadores y cuerpo técnico radiaban en el extremado optimismo, miraban de cerca su futuro inmediato, pereciera que ya sabían hacia donde iban, hasta donde llegarían, sabían bien cual era su paso en la historia de este deporte con apenas 15, 16 y 17 años. Nacidos en su mayoría en el penoso 1988, cuando la FIFA nos castigo por los famosos cachirules. El enferentamiento contra Costa Rica en los curtos se libro hasta los tiempos extras donde la garra de estos ganadores surgio.
En la etapa semifinal el equipo Mexicano se enfrento a Holanda y la superioridad fue contundente pues el 4 contra 0, lo dice todo. El sueño estaba ya a solo un juego, los medios y todos los que le dieron la espalda se acercaron como aves de rapiña, ellos educadamente y nos es para menos los pusieron en su lugar.
La final llego y los 11 mexicanos salieron a enfrentar a un Brasil de tu a tu, los primeros minutos fueron para medirse ambos encuentros, la clásica picardía de los brasileños no se hizo esperar, pero el juego en equipo y la férrea anticipación y orden de los verdes, pronto rindió sus frutos y con dos goles en el primer tiempo sentenciaba el partido, en el segundo tiempo la posesión del balón estuvo a cargo de los de amarillo, como tenia que ser, México jugo al contra golpe y ya casi al finalizar el juego, llego el gol de consagración, el gol del campeonato de estos chicos.
La victoria clara de 3 contra 0 ante Brasil pone a México en otra situación, cambia la historia, da esperanza deja abierta la mesa del debate, que se hizo para llegar a ganar, cual fue el trabajo, en que se baso, como llegaron estos 20 guerreros al mundial. Algo por fin se hizo bien y hay que ver que fue.
Somos campeones, mejor dicho son estos chicos campeones, ahora todos quieren decir que estaban cerca, los medios, los federativos, los dueños de equipos, por favor déjenlos ellos lo hicieron solos, ellos se la rifaron en el campo partido tras partido, entrenamiento tras entrenamiento, ellos se la rajaron y como se grito en el segundo gol con ¡¡Huevos!!, estos jóvenes cambiaron la Historia, pusieron el ejemplo, no se cuelguen políticos de este triunfo, es solo de ellos y por eso hay que sentirnos orgullosos, no hay que ensuciar su victoria.
Los nombres de cada uno de ellos es lo que vale la pena, se caracterizaron por ser un equipo verdadero, no fingido, las estrellas son todos los que jugaron y los que no, a ellos les debemos una Nacionalidad, el que gritemos ¡México!, tenia que ser en 2 de octubre como tributo a los que hace 37 años querían cambiar la historia pero que nuestro gobierno los mando matar. Este debería ser un tributo a todos esos caídos.
Tenia que ser en este 2 de octubre, pues es un día místico en nuestras vidas, es un día que no se olvida, un día en que nos da una verdadera esperanza de vivir. Como lo dice coca-cola en su rápida mercadotecnia, tenemos Nuevos Niños Héroes. Y no es para menos. Este 2 de octubre puede ser un cambio ocasionar un cambio en la mentalidad del mexicano, hacer una cohesión social, porque el futuro no lo hacen los políticos, el futuro lo hace la sociedad civil.
A poco no, este día no dan ganas de dormir, porque se cumplió ese sueño que unos jóvenes mexicanos decidieron realizar. Del proceso que se le de a ellos, dependerá en gran parte del futuro que tenga el deporte mas practicado en México. Los promotores ven oro en las caras de estos jóvenes, esperemos que no los quemen y que los tomadores de decisiones hagan cabalmente su trabajo por el bien del deporte, por el bien de la unidad en México.
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